Acostumbra a mencionarse el pesimismo filosófico como una especie de contrariedad, de quiebro, para los que creen que la filosofía debería ser algo así como el ímpetu de la vida. Entre ellos se sitúa a pensadores como Schopenhauer, Mainländer, Camus, Cioran, …sin embargo, siempre he sostenido que su concepción de la existencia humana es realista.
