La palabra, ese privilegio humano, una vez dicha se filtra por los oídos del otro, mas no es la fonética lo único que alerta la facultad de comprender del receptor, sino el significado. Es éste el que procesado y revelado tiene un poder transformador. O sea, el lenguaje funciona como una catapulta hacia la modificación.
Etiqueta: usos
Quien cree someter el lenguaje a sus designios es, posiblemente, alguien mareado en un giro lingüístico.
