Inhibiendo al mundo, podemos deslizarnos como culebras entre los resquicios de su lentitud, para advertir la ubicación subrepticia que se muestra como propia, tras el fracaso reiterado de transitar por un hábitat que no podemos apropiarnos.
DISQUISICIONES DESDE EL ABISMO
Inhibiendo al mundo, podemos deslizarnos como culebras entre los resquicios de su lentitud, para advertir la ubicación subrepticia que se muestra como propia, tras el fracaso reiterado de transitar por un hábitat que no podemos apropiarnos.
Reblogueó esto en nomecreocasinaday comentado:
Inadaptarse a un mundo que escupe personas.
Me gustaMe gusta