El Bien como absoluto quedó diluido en lo existente. Lo factible se muestra sometido a la perspectiva del sujeto que enjuicia y, de esa forma, lo bueno deviene un valor relativo. Si, además, no concebimos distancia alguna entre lo dado y lo real, todo absoluto se desintegra al ser únicamente algo que se percibe del ente. Así, la caída de los grandes relatos se produce, de hecho, en el reconocimiento de lo existente como lo único real.
Absolutos
Publicado por Ana de Lacalle
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