La mente al límite: soliloquios de Zweig y Cerdà, o de la LITERATURA.

5 comentarios

Admiro a esos escritores que son capaces de vertebrar una novela que es prácticamente un monólogo, un diálogo mental del personaje consigo mismo. Creo que a lo largo de mi vida he leído algunas, pero la memoria me juega malas pasadas, y ahora solo tengo presentes dos que he leído en estos últimos años -dos o tres-. Siguen vivas en mi mente por el impacto que me causaron como lectora y porque como escritora me fascinó la habilidad literaria, el genio diría yo, que hay que tener para ir, arquitectónicamente, elevando esos escritos a la categoría de novela.

La primera a la que hago referencia es “Novela de ajedrez” -o las diversas traducciones que del título original se han hecho- de Stefan Zweig. Cuando la tenía entre mis manos e iba resiguiendo la vía trazada por el autor me resultaba increíble que eso, tal cual, pudiera ser escrito, con coherencia, agilidad, y sobre todo que tuviera la virtud de provocar la inmersión del lector en la mente del jugador de ajedrez en sus momentos más terribles. Cuando la estás leyendo eres ese otro que se halla cautivo en una celda todo el día, durante varios años, solo, sin contacto humano y que tiene la capacidad de supervivencia extremadamente activa. Vas recorriendo casi las sinapsis neuronales de ese otro que ahora eres tú, como lector, sintiendo cómo se entrecruzan y se hilan las ideas, las emociones y cómo sufre, padece, huye de la locura y las estrategias que desarrolla para ello. Hay análisis psicológico del personaje, pero principalmente resaltaría la virtud de mostrar las entrañas mentales de quien, en una situación límite, sobrevive gracias a un esfuerzo mental sobrehumano.

Os dejo la referencia de la reseña que hice en su momento: https://filosofiadelreconocimiento.com/2018/08/24/novela-de-ajedrez-zweig/

La otra novela que refería es “El hoyo” de Manuel Cerdà[1]. El contraste entre un escritor de los grandes clásicos y de otro actual que por sortilegios del mundo editorial comercializado no recibe el reconocimiento que merecería. Nada más tener en mis manos la novela de Cerdà e iniciar su lectura me vino a la mente la de Zweig. Las situaciones descritas son sustancialmente diferentes, excepto en que los dos están cautivos, unos por voluntad ajena, otro por el infortunio de caer en un hoyo del que no puede salir por medios propios.

El monólogo que se desata a raíz de ese mal paso es hilvanado por el autor con una sutileza psicológica que nos permite recorrer cómo va derrumbándose mentalmente quien víctima de un accidente, se halla discurseándose, a sí mismo, para no perder la calma y cómo va adaptándose a la situación cada vez más deteriorada, hasta el final que no desvelaré.

El mérito de Zweig es indudable, pero reconocido, hasta el punto de que un siglo después se está reeditando su obra y propiciando el acceso a nuevos lectores que tal vez no lo conocían. Pero la valía de Manuel Cerdà queda casi oculta por la industria editorial cuyo criterio de publicación no es la calidad, sino aquello comercial que puede ser vendido. Cerdà tiene otras novelas, no menos significativas a las que podéis acceder mediante su web:

https://manuelcerda.com/

Por mi parte os dejo en enlace de la reseña que hice en su momento de “El Hoyo”: https://filosofiadelreconocimiento.com/2021/03/03/resena-de-el-hoyo-de-manuel-cerda/

Pues bien, tras destacar estas novelas por su genialidad exponiendo los vericuetos de la mente humana, desearía reivindicar la buena literatura, identificable en general más allá de los gustos subjetivos, a fin de que los escritores de hoy no tengan que esperar a su defunción para recibir los honores que merecen, o que de aquí a cincuenta años alguien con medios los rescate y los reedite y dé a conocer. Como bien sabemos, el éxito no viene de la mano de la calidad, siempre. Tal vez son estancos distintos. Y por éxito, me refiero a que alguien que posee el arte de la escritura pueda dedicarse y vivir de ello, al igual que quienes no poseen el arte de nada viven a costa de todos nosotros porque somos algo idiotas,[2]en su sentido etimológico.


[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_Cerd%C3%A0

[2] https://www.elperiodicodearagon.com/opinion/2019/03/03/pais-idiotas-griego-46674259.html

Plural: 5 comentarios en “La mente al límite: soliloquios de Zweig y Cerdà, o de la LITERATURA.”

    1. Gracias Manuel. Te aseguro que cuando leí esa novela me vino continuamente la de Zweig a la mente. Otra cuestión es la gran obra que tiene el austriaco, el papel que jugó entre los intelectuales de la época. Por eso me limitaba a asimilar ambas. Es muy difícil escribir una novela que sea un soliloquio. En cualquier caso, disfruta mientras dure.!!!!!

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