Asolados por una obsesión, casi maniaca, algunos políticos nos llevan, no al abismo del que ya nos hemos precipitado, sino directamente al vertedero.
DISQUISICIONES DESDE EL ABISMO
Asolados por una obsesión, casi maniaca, algunos políticos nos llevan, no al abismo del que ya nos hemos precipitado, sino directamente al vertedero.