Absorbiendo el jugo de un recuerdo se me antoja vívido el sabor de esas gotas, como si se objetivaran y se hicieran presentes al margen de mi gusto. Porque no es la degustación lo que revivo sino el hecho mismo, acaso una alucinación o un delirio que, ubicados en la ambigüedad de la existencia, son inherentes indiscutibles de ella.
Delirium
Publicado por Ana de Lacalle
Escritora alacallefilosofiadelreconocimiento.com Ver todas las entradas de Ana de Lacalle