A falta de horizontes, desfallecemos en un fetichismo focalizado en objetos que tienen un especial significado emocional. Tal vez, porque han supuesto un punto de inflexión en nuestro relato existencial, que nos ha inducido a ahondar desde otras perspectivas. Bien podría suceder, por ejemplo, con un libro al cual consideramos insustituible, por el que, tan siquiera, un ejemplar idéntico podría relevar, ya que era aquel singularizado y particularizado el que idolatrábamos por el giro interno que nos había brindado.
Hasta el menos fetichista de los individuos, puede en un instante decisivo desarrollar un fetichismo en el que la pérdida del objeto desate un duelo anegado de melancolía irreparable.

éstos puntos de inflexión son los escalones para impulsarnos hacia arriba, para no caer mas hondo…
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caer en fetiches me orilla a rodear mis pensamientos y mi energía con sensaciones grotescas, crudas, perversas. Demasiado pasional…
¿usted cree que los vamos adoptando con el tiempo?
¿o que llegue a un punto de deformación si se alimenta éste?
¿o que deberíamos buscar en la raíz para sacarlos?
es mi duda, porque si ya echaron raíz es que llegaron muy profundo, y yo no se aún cómo lidiar conmigo. jeje saludos<3
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Es aquello de hacemos lo que podemos, no tanto lo que queremos,….gracias
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