Mientras cedemos, sin conciencia alguna, a las ráfagas virulentas que ornamentan engañosamente este incierto transitar, nos deterioramos y denigramos como entes que solo son, siendo; y precisamente es este gerundio el que nos da entidad y nos la rebana. Ya que el acto de ser nos sitúa inermes en el campo de batalla; y su inhibición nos disuelve en la nada.
ser…vicio por ser…por existir…por ser algo más que una nada inerte…Besos al vacío
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Aprender a ceder es parte esencial de eso que somos y que seguimos siendo. Me gusta lo que dices y cómo lo dices
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Graciias Tin
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A ti.
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