La búsqueda de un reconocimiento que es sentido como adulación es el círculo vicioso de la tortura mental.
Categoría: Sin categoría
Ignorantes iniciamos la travesía del tiempo que nos ha sido dado, y ese tránsito nos hace menos profanos o más indolentes.
La cadencia de quien vive contrasta con la decadencia de quien existe. Ambas con la placidez de los reposados.
Embriagarse por una mirada deviene el éxtasis de algo prometedor, o la resignación ante lo sumo.
Escatimamos esfuerzos por fatiga, nunca menguados de coraje.
Quien se expone puede ser ninguneado, quien se esconde ignorado.
Hay mensajes que proclaman una vida que deseo sea ensalzada por siempre.
Nada guarda más distancia de uno mismo que la propia ultimidad
La estulticia, esa terca necedad, nos precipita a ser imprudentes y presuntuosos.
Entretejiendo tupidos tamices emulamos la consistencia.