El poso que dejas en los otros desprende un aroma marino, acogedor y cálido que invita siempre a volver en tu búsqueda. En eso debe consistir la autenticidad, en mostrar el rostro sin velos ni requiebros, procurando que se transparente lo que eres. Aunque vayamos mudando, reinventándonos y redescubriéndonos, subyace algo muy atractivo para los
Etiqueta: dar
Nadie puede dar lo que no tiene. Parece una verdad de Perogrullo. Pero quizás ocurre que constatamos haber inoculado en nuestros hijos aquello que creemos no poseer ¿de dónde procede ese recurso beneficioso? Diría que de esa íntima guarida protegida que nos permitió sobrevivir a nosotros mismos.

