Barcelona, siendo uno de los objetivos prioritarios del Estado Islámico en estos momentos tal y como establece el video que difundieron tras los atentados, metaboliza el horror con una velocidad asombrosa. No más seguridad en los transportes públicos, ni en los grandes centros comerciales, ni en centros neurálgicos de la Ciudad. ¿Temerario el gobierno catalán, y acomplejado el español? ¿Negligente? O ¿prioridades confundidas? En última instancia los actos violentos sabemos que recaerán sobre esos ciudadanos y turistas que al pasear hoy por las calles de la ciudad condal nos sentimos algo olvidados y desprotegidos. Las muertes y los heridos, las amenazas directas terroristas no son suficientes para que las fuerzas de seguridad -los mossos si quieren- tengan una presencia mayor en puntos estratégicos de la urbe para dificultar, si cabe, cualquier intento de atentar o atemorizar de nuevo a los civiles que son los escudos humanos. Mientras los quenos gobiernan seguiran con sus medidas de seguridad y sus escoltas, no vaya a ser.
Del miedo a la temeridad
Etiquetas: Atentados terroristas, Barcelona, desprotección del ciudadano, Fuerzas de seguridad, negligencia, Política, prioridades políticas, seguridad ciudadana
Publicado por Ana de Lacalle
Escritora alacallefilosofiadelreconocimiento.com Ver todas las entradas de Ana de Lacalle