Si un hombre trepa por las terrazas de un edificio para salvar la vida de un niño que cuelga apurado de una barandilla, es, sin duda, un héroe; pero si lo hace por una valla fronteriza para salvar de la miseria y la guerra a los suyos, entonces es un ilegal, sospechoso de terrorismo e indeseable futuro mantero que debe ser “encarcelado” o deportado. Así somos en occidente, los auténticos defensores del héroe americano.
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