
Inicio con este artículo un recorrido por una serie de filósofas contemporáneas que han marcado de forma relevante distintos ámbitos de reflexión. Entiendo que en el campo de la ética Adela Cortina es, sin duda, una de ellas.
Filósofa española, ganadora del Premio Internacional de Ensayo Jovellanos, catedrática de Ética de la Universidad de Valencia y directora de la Fundación Étnor, Ética de los negocios y las Organizaciones Empresariales.
Su labor empieza a tener una resonancia pública a partir de la publicación de su obra “Ética mínima: introducción a la filosofía práctica” (1986), en la que la filósofa intuye que ante la diversidad y el multiculturalismo en el que se empiezan a ver inmersas muchas sociedades occidentales, urge consensuar unos principios éticos que puedan ser integrados por cualquier cultura: es esa ética mínima sin la cual la construcción de un espacio social parece inviable.
No obstante, desearía destacar la que constituye su última obra “Aporofobia: el rechazo al pobre” (2017) porque en ella establece la distinción entre lo que sería la xenofobia -rechazo al extranjero- de la aporofobia -rechazo al pobre-, para recalar con perspicacia que lo que se rechaza es la pobreza y no la raza o el origen cultural. Recurriendo a sus propias palabras: (seguir leyendo en….)
REVISTA LIBELAR https://libelar.com/filosofia-y-mujer-adela-cortina/ )
No le falta razón a Adela cuando afirma que hay una gran diferencia entre cómo se recibe a los turistas y a los pobres. En ese sentido, es cierto que lo que hace la diferencia no es el color de la piel, sino el dinero.
Pero en mi opinión, se le escapa un pequeño detalle. El turista está de paso y el otro, viene a quedarse. Y ahí comienza a surgir el primer problema, porque a partir de un momento determinado, tenemos que asumir, porque así lo dicta la experiencia, que comenzarán a exigir que nuestra sociedad se vaya adaptando a sus costumbres, cuando debería ser al contrario. Y es entonces cuando algunos se plantean por qué no realizan esas peticiones, esas exigencias, en sus respectivos países. Y ya tenemos el lío montado.
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Cierto lo que dices, pero no se le escapa. Lo que pasa es que la extensión del artículo tiene que ser esa en la revista y solo puedo dar cuatro pinceladas y dejar algo de espacio para alguna observación propia. No obstante, totalmente de acuerdo creo q Adela Cortina y yo misma. Gracias Carlos!!!!
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Una gran filósofa que sigo y admiro. Si los que se quedan tienen mucho dinero tampoco les hacemos muchos ascos que se diga, futbolistas por ejemplo…
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👌
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