¿Qué es ser mujer? ¿Qué es ser hombre? ¿Se puede trascender el binarismo?

¿Qué es ser mujer? Responder aduciendo que alguien que se siente mujer es una vacuidad, si no somos capaces de aproximarnos a una respuesta previa sobre que es una mujer, ya que no puede identificarse alguien con una condición que desconoce en qué consiste. El intento de acotar en alguna medida la categoría de mujer no sé si puede hacerse sin recurrir a las características biológicas que hacen de un ser humano, mujer.

Diría que es un reto que alguien debería afrontar, para clarificación de todos, el responder a esta pregunta ¿qué es ser mujer? sin recurrir a lo biológico. Personalmente me confieso inútil para ello. Así los eufemismos que aparecen en leyes actuales con términos como persona gestante y persona no gestante para no usar las categorías de hombre y mujer, huyendo del binarismo, me resultan un juego de palabras cuyo fin no es más que mantener una disolución de las categorías binarias, y en su lugar multiplicar las categorías en un contínuum que no responden a la mayoría de los humanos.

Además, de aquí surgiría la cuestión enjundiosa de qué sentido tiene ser trans si no hay binarismo. Lo trans, que se expresa siempre como la voluntad de hacer el tránsito de un sexo a otro -femenino a masculino y viceversa- no solo no disuelve lo binario sino que lo presupone como exigencia para tener sentido. Lo expuesto no implica, ni por asomo, que haya ningún menosprecio a la homosexualidad, transexualidad, intersexualidad, no binarismo, etc…todos lo individuos son sujetos de los mismos derechos en cuanto ciudadano, porque lo derechos le corresponden como tal, al margen de su contingencias individuales y singulares.

Debemos ser conscientes que puede estar cometiéndose el mismo error, que otros relatos que se han impuesto como hegemónicos, al constituir una forma de entender las identidades sexuales como la única válida, que no discrimina y es inclusiva. El efecto de proliferación de personas que se ubican en esta línea continua de lo sexual, ubicándose, eso sí, bajo una categoría u otra, ¿no será el efecto de haber impuesto lo queer como lo políticamente correcto? No aceptando otras perspectivas que son automáticamente calificadas de fachas, homófobas o tránsfobas. Dejemos estos despropósitos para los políticos que como hemos visto es lo único que saben hacer en campaña electoral, pero seamos respetuosos, democráticos realmente, aceptando formas diversas de entender la condición humana y la sexualidad, que parece estarse imponiendo ideológicamente como el criterio para definir lo humano.

La diversidad no tiene una sola dirección, aquella con la que un sujeto x está de acuerdo, sino que por ser plural tiene sentidos y direcciones muy variadas que no pueden ser, si es el caso, más que refutadas con argumentos, no a fuerza de puñetazos. Eso no es democrático.

Tras lo expuesto, alguien puede dar cuenta de ¿qué es ser mujer? o ¿qué es ser hombre? -cuidado, no pregunto humano, que el lenguaje impregnado de machismo puede dar lugar a confusión-.

El nominalismo y el realismo afloran aquí como posiciones teóricas que no parecen haberse superado, sino que nos insertamos con más ahínco, si cabe. Subyacen en la medida en la que lo biológico se considera relevante, realismo, o por el contrario constructos culturales, nominalismo.

Para los no familiarizados con la cuestión nominalismo/realismo: