Sobre la tiranía de lo dado y el deseo indatisfecho. Me deleitaría estar siempre acompañada de un Sancho Panza. Ese hombretón todo honradez, de baja estatura, que se arrastra tras quien considera que no se halla en su lugar, por compasión; intentando con paciencia y un chorreón de realidad, bajarlo al terreno donde se dirimen
Etiqueta: realismo
Texto del año 2016 revisado. Quien se formula semejante cuestión usando la elasticidad del lenguaje, para suscitar sutilmente la disparatada idea en sus interlocutores de que tal vez no haya límites, está iniciando un juego arriesgado. Podríamos hacer una lectura benévola y ver en la pregunta un quiebro sugerente, por cuanto puede estimular el esfuerzo
Me deleitaría estar siempre acompañada de un Sancho Panza. Ese hombretón todo honradez, de baja estatura, que se arrastra tras quien considera que no se halla en su lugar, por compasión; intentando con paciencia y un chorreón de realidad, bajarlo al terreno donde se dirimen las cosas cotidianas, para que el otro no muera de
Ser prudentes no es solo una virtud, sino una exigencia adaptativa consistente en preservar un cierto grado de sospecha vital. Porque quien tantea lo que le rodea, para ponderar lo que sucede, debe poseer la habilidad de dudar de lo verosímil y ejercer un intenso escrutinio sobre lo que se muestra diáfano. Esta perspicacia previene
Los intentos que se han llevado a cabo por mostrar la Filosofía como un referente para una vida mejor, en el sentido de más sosegada y estable son una auténtica estafa. De ahí que abomine contundentemente toda obra que pretendiendo ser filosófica sea asimismo de supuesta autoayuda. Quien requiera ayuda para su salud mental debe
Se escabullen musitando entre los labios sujetos, verbos y complementos; todos ellos conformando hiperbólicas metáforas que tienden a enervar las emociones, la motivación y las creencias más estimulantes. Así, leer equivale, en este contexto, a edificar mentalmente un mundo deseable. Opera, de hecho, como un lenitivo que permite simular que ciertamente “vivimos”. No obstante, esta
Si el desafío electo constituye un dique inabordable, quizás erramos en el reto ambicionado, al relegar nuestra capacidad y habilidad al respecto.
El materialismo, como negación de una realidad trascendente, es la noción que cautiva a un mundo que no evidencia más que uniformidades y efectos derivados de las denominadas teorías científicas –en última instancia hipótesis provisionales- o de las acciones humanas, únicamente limitadas por su propia potencia. Sujetos a estas dos intervenciones, no podemos dar crédito
Ser prudentes no es solo una virtud, sino una exigencia adaptativa consistente en preservar un cierto grado de sospecha vital. Porque quien tantea lo que le rodea, para ponderar lo que sucede, debe poseer la habilidad de dudar de lo verosímil y ejercer un intenso escrutinio sobre lo que se muestra diáfano. Esta perspicacia previene
El pesimismo se sustenta en la convicción de que aquello que pueda ir mal, irá mal. El optimismo es su opuesto como creencia que tan solo resalta y espera lo benéfico. El realismo sería un intento de templar estas percepciones extremas, ponderando lo positivo y lo negativo y analizando qué puede depararnos el futuro. No