¿Por qué escribo un blog?

Tras años de escribir un blog en la red, una se pregunta para qué o para quiénes. Si esto no ocurriese, tal vez la escritura podría relegarse a un diario personal en el que no hay interacción, ni voluntad de ella. Las crisis son necesarias para que, del cambio al que estamos sometidos, resurjan actos con propósitos claros. Entre estos, cabe que no halla propósito más allá del acto mismo de escribir, lo que nos remitiría nuevamente a un diario privado. Cualquier otro objetivo que implique la escritura pública debe ser acotado para que el esfuerzo, no siempre fácil o fluido, de escribir se convierta en una obligación externa que, de facto, nadie nos ha impuesto pero que tendemos a interiorizar como tal.

Así, quienes escribimos un blog lo hacemos porque queremos, y en consecuencia porque albergamos alguna esperanza, o fin, quizás no del todo conscientes.

Si alguien piensa que ahora desvelaré el porqué de mi blog, se quedará terriblemente decepcionado, porque no soy capaz de ver con nitidez qué me lleva a mantener diariamente este rincón en la red. Sé que hay una impulsión, un deseo y casi una necesidad de dejar por escrito las inquietudes, la impotencia y la rabia. Otras veces, lo grato y benévolo que tiene la vida y que hay que cuidar. Así que más que un cierto propósito que sería externo, en cuanto algo a conseguir, es algo interno que puja con la fuerza suficiente para que mi voluntad acceda plácidamente a rebuscar palabras que me permitan aproximarme a lo que bulle en mi interior. No reconozco en el acto de escribir ningún tipo de catarsis terapéutica, lo cual no significa que no esté presente de alguna manera.

Así que de la pregunta ¿por qué un blog? me siento impelida a trasponerla ¿por qué no un blog? No tengo motivos para cerrar este recopilatorio de escritos virtuales, mientras que sí percibo la tendencia recurrente a realizarlos. Esta ambigüedad, propia de la vida misma, me conducirá algún día a una respuesta clara, o tal vez nunca se cierre una cuestión que responde más a quien escribe, que a quien lee. Agradeciendo mucho, por supuesto, que algunos consideréis que vale la pena echarle una ojeada a este blog que de momento se perpetua sin ningún propósito determinado.