Ya no deseo la muerte. Se disipó ese impulso «tanático» que ha sido mi más fiel compañía, esa que me llevaba paradójicamente a no matarme, por saber que podía hacerlo -como decía Cioran-. Hay quien dice que el deseo nunca se extingue, sino que cambia de objeto. Personalmente, dudo que el deseo de morir no
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El deseo de aprender es innato, lo que es subjetivo es lo que se desea aprender. Prescindo, ahora, del aprendizaje en la escuela y debates similares que darían lugar a un libro, más. Mi intención es destacar que lo que deseamos se estimula y, una vez atrapados por la seducción de lo que tenemos ante
Amaneció descolgado del mundo, con los pies seduciendo al abismo, sin ningún temor. Había deambulado por muchas zonas de la geografía planetaria; observando, intentando entender, y luego, inevitablemente comparando. Cada una con sus peculiaridades, singularidades, pero con un denominador común: la brecha entre los que creen vivir y los que sobreviven. Los primeros zapateando el
Sobre por qué la Filosofía nos conduce permanentemente al límite, querría añadir alguna reflexión. La inquietud existencial de estar, sin saber el porqué, de desconocer qué hacer con la existencia, de sentir la carga de un muerto entre los brazos y paralizada no entender qué hacemos aquí, ni por qué, ni para qué, son motivos
Escribo porque decir, me clarifica. En este caso la clarificación no consiste en la consecución de respuesta alguna, sino simplemente en visualizar los senderos que se abren ante mí, entre los cuales me inclino por los que deseo y desestimo los que me generan repulsión. Alguien podría decir ¡qué manera tan instintiva e irracional de
Hay una burbujeante demanda interna, y alguna externa, de borbotear cuanto sé que he vivido. Y, lo sé, porque lo siento, lo llevo grabado -para bien y para mal- en las conexiones neuronales que esas experiencias surcaron en mi cerebro. A veces, nos consideramos demasiado importantes; necesitamos un golpe de lo real para redescubrirnos continuamente
Una de las experiencias de auténtica liberación para cualquier individuo es desembarazarse de los que los otros esperan de él. Este logro es especialmente importante si hay algún tipo de vínculo fuerte entre ambos -el individuo y esos otros-. En contextos de este calado el individuo siente una presión enorme para satisfacer ese esperar ajeno









