No queremos lo que tenemos; y tener, aquí, es cuanto somos materialmente, lo cual está constituido por lo que vamos siendo en el fluir cotidiano, así como lo que poseemos para subsistir. Como híbridos de bestias y ángeles, deseamos sin satisfacer nunca el deseo, ya que el deseo mismo es un conglomerado de ambigüedades y
Etiqueta: contingencia
Quizás cuando la vida es la ironía más cruel, nos apercibimos de nuestra falaz, ínfima e insignificante superioridad ontológica.
Llegamos a la existencia por azar, habiendo podido a causa de nuestra contingencia no existir, sin más –otra combinación genética hubiera prosperado- Pero una vez que nos hallamos inmersos en la lucha, ya no por no morir -que también- sino por vivir con plenitud el tiempo de existencia, tal vez descubramos que haber nacido no
¿Si en nuestra naturaleza yace el haber, por azar, sido engendrados para necesariamente morir, cómo metabolizar la castrante contingencia? No cabe exigir a lo posible sentirse necesario, ni es lícito vivir, en consecuencia, como si fuésemos, antes de ser, añorados.