en la revista HUMANUM
Por Ana de Lacalle

La línea recta, ondulada o en bucle del tiempo es esa metáfora imprescindible sin la que no poseemos identidad. Constituye una imagen difusa en nuestro interior, en cuanto no podemos pensarlo en sí mismo más que como abstracción, que se va moldeando con en el transcurso de nuestra existencia —fijémonos que aquí está ya implícita la noción de tiempo—Cierto es que nos hemos dotado de herramientas para referirnos a él, acotando una sección determinada que funciona como el parámetro para pensar nuestra historia y la de la humanidad, llenándolo de contenido empírico que lo convierte en incontrovertiblemente real.
Ahora bien, desde Aristóteles que lo asimiló al movimiento para explicarlo, hasta Kant que sostuvo que era la condición de posibilidad a priori de la experiencia interna —junto con el espacio, las categoría a priori del único conocimiento posible— y llegando a…
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