Ultimo relato en la revista POLISEMIA
Ana de Lacalle
Durante mi infancia, cada jornada me gratificaba con alguna novedad: desde descubrir, tras una paciente observación, la existencia cooperativa de las hormigas, hasta apercibirme de que había personas incapaces de reírse. Este último hecho producía en mí cierta desazón porque deseaba, impulsada por una curiosidad ingenua, comprender qué distancia había entre el regocijo y la seriedad. Intrigada por este afer, un día en el que mi hermana se hallaba cómodamente repanchingada en el sofá, sin ocuparse aparentemente en nada, le espeté: – Nora, ¿tú de qué color ves al primo Víctor? Mi hermana hizo una mueca estupefacta que se tornó en desdeño, y me ignoró. Yo, algo compungida, volví a exigirle una respuesta; lo cual provocó su respuesta airada: “¿Qué bobada es esa? Veo al primo de distintos colores, depende de la ropa que lleve, ¿no te parece?” La respuesta no me satisfizo en absoluto y me…
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