Artículo en MASTICADORESFOCUS

Nacer no es propiamente una acción. Es la resultante de un proceso de expulsión que se desencadena en el útero materno, para resolver una situación naturalmente insostenible. Un cuerpo no puede por más tiempo dar cobijo vegetativo a otro que ha aumentado sus dimensiones. Aquí aprehendemos más nítidamente ese postulado sartriano que reza: el hombre es un ser arrojado al mundo, descripción ciertamente atinada. El que nace, no nace, lo nacen. En esta tesitura tropieza, como ya precisara cínicamente Cioran, con los inconvenientes de haber nacido.
Poseemos una existencia, durante un tiempo indeterminado, con la que algo deberíamos hacer, y un hacer con sentido, si no queremos vernos abocados de puntillas al borde del abismo.
Menudencias, inconvenientes de existentes sin experiencia. Pero que, como no puede darse el caso, no pidieron ni ser engendrados, ni nacer y en el sentido más pesimista se encuentran la condena de Sísifo, cargando…
Ver la entrada original 77 palabras más