La hormiga mental

No hay comentarios

Me perturba un trasiego como de hormigas caóticas huyendo de un zapatazo que, a pesar de la confusión, creo que se aloja en mi mente. Veo mi cuerpo, lo palpo, lo pellizco, lo retuerzo y tan solo consigo añadir ese dolor físico que me provoco; mas continua cosquilleante, o casi finamente punzante, ese revoltijo que genera una comezón insoportable, ya.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s