Los derechos humanos son una declaración formal de principios que enmascaran la verdadera voluntad de los que subscriben cínicamente tal engaño. Ni corresponden por naturaleza, como se ha demostrado, ni se otorgan, de facto, por condición civil. Tan solo se vocean en los discursos políticos como maquillaje del benefactor.
Todo cuanto nos rodea se disgrega acompasando la descomposición interior. El hábito se contornea y deja de ser costumbre, queda pues la improvisación desnortada que evita la parálisis. No se da reconocimiento alguno, puesto que se difuminó lo conocido, y nada parece ser como antaño. Sondeamos, palpando mano a mano, rastros de paredes y terrenos,
La literatura no puede convertirse en un espectáculo de realidad porque ni es esa su naturaleza en sí, ni es lo que los lectores esperan o exigen de un buen libro. Me atrevería a afirmar que quien se siente corroído por el morbo no lee, sino que acude raudo a la televisión donde una diversidad
Los que han dedicado años a una profesión creen poseer la suficiente base empírica para extraer conclusiones generales orientativas a las que se les otorgue la validez que merecen. Esto se produce, sobre todo, en aquellos ámbitos donde a los profesionales se les exigen resultados cuantitativos que se confunden, sin pudor ni criterio, con los
La comunicación es un circuito labrado con esfuerzo que se espesa de polvo con premura. No tan solo se entumecen las palabras, sino que restan atoradas las intenciones. La falta de tránsito fluido obstruye el canal y, por ende, asola toda posibilidad de relación habida o por haber.
En esta sociedad, perturbada hasta el fundamento de su estructura, toda posible actividad está teñida por ese pathos de raíz. Así los ciudadanos noveles que vierten su entusiasmo y su ilusión en ejercer una función social (periodistas, médicos, profesores,…) con un halo novedoso y ético en su intención y acción, van decayendo progresivamente en ánimo
Hay escritores cuyo justo reconocimiento será tardío; quizás cuando la muerte lo torne ausencia, sea una presencia prestigiosa. ¿Será mala índole Sr. Marías?
La celebración del día de la Constitución de 1978, que se aprobó como la única salida viable de una dictadura con visos de continuidad, debería tener un tono más ajustado a lo que hoy la diversidad de ciudadanos del Estado Español podría festejar. Fue un pacto para dar por zanjadas heridas abiertas, ningunear a las
Entre el diálogo infértil de dos lenguas viperinas no queda ni recoger el rastrojo tóxico. Mas, sería legítimo sanear el ambiente de tanta podredumbre lingüística y de voluntad, no fuera que como un virus se infiltrara en gente de mente inocua.
A través de una cinta cinematográfica he accedido a una parte de la biografía de Anne Perry. Lo cual me ha llevado a rebuscar bibliografía sobre la vida de esta novelista de historias de intriga que, por la cuantía de su producción, parecía escupir su ansiedad y disgusto con la vida a través de cada