Vengo de un parque oculto donde se halla un tobogán desconocido. He ascendido las múltiples escaleras vertiginosos por las que hay que escalar para llegar a la cima, y allí, altiva pero sentada, trasero en base pero pies alocados en el aire, me he tirado por ese enorme tobogán por el que aún me desplazo; ya os explicaré, si ha lugar, algo sobre mi supuesta llegada, la cual me es absolutamente indiferente. Me tiré, eso se queda para mí, sigo bajando.
El tobogán
Publicado por Ana de Lacalle
Escritora alacallefilosofiadelreconocimiento.com Ver todas las entradas de Ana de Lacalle