Rebelarnos contra nosotros mismo es resquebrajar la base sobre la que nos fundamentamos. Una cosa es la pasividad y el conformismo, otra la imposibilidad de aceptar desde donde nos hemos construido. La dificultad reside en que asumir ciertos aspectos exige un reconocimiento no solo de inteligibilidad, sino emocional, y tal vez ahí es cuando restallan los cimientos del yo. El reconocimiento propio, y por ende del otro, es inviable sin esa especie de intuición que aúna la comprensión y la emoción, haciéndolos uno en el proceso de aceptar y reconocer cómo somos y desde dónde proyectamos nuestros lazos a los otros.
Por supuesto. Conocernos significa autopermitir ayudarnos que a la vez implica ayudar a los demás seguidamente. Ayudar a las demás personas es un acto reflejo cuando estamos suficientemente despiertos.
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Nos rebelamos contra nosotros mismos , paradógicamente ya que no oponemos resistencia , estamos de acuerdo con lo que realmente somos. En esa aceptación no se diluye la otredad? ya que esta surge de negarme.
gracias!
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Entiendo que la dificultad reside en la aceptación, es decir en el acto de negando al otro, en cuanto no soy yo, integro de manera comprensiva mi naturaleza emocional. Por tanto, la negación no es disolcuón, según mi perspectiva, porque es en esa interacción de negaciones mutuas a partir del cual podemos reconocernos. Gracias a ti por leerme
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