Ayer tuvo lugar la presentación de la obra “Relatos y Aforismos” Célebre Editorial. Para aquellos que no pudisteis asistir, os adjunto la exposición que realicé para introducir la lectura.
Los que estéis interesados ya sabéis: www.celebreeditorial.es y en un par de semanas físicamente en librerías de las que ya daré cuenta. A través de la web la gestión es fácil y no hay gastos de envío, así que el importe es exclusivamente de la obra, trece euros.
Espero que os resulte clarificador:
La obra “RELATOS Y AFORISMOS” que lleva como advertencia el aforismo de Nietzsche “lo que no nos mata, nos hace más fuertes” está presidida por la breve sentencia formulada por el filósofo alemán en “El crepúsculo de los ídolos”.
Para ubicarnos sucintamente, Nietzsche está martilleando todo lo que considera propio de la tradición occidental, que va contra el fortalecimiento de la VIDA: en un sentido de autoafirmación, voluntad de poder; es decir de querer con toda nuestra potencia realizar lo posible, lo cual posee una elasticidad mayor de lo que acostumbramos a creer. Así, lo dicho, constituye un elemento contrapuesto a la moral judeo-cristiana, e implica el enaltecimiento de lo pasional, instintivo y, para él, propiamente vital.
Bien, pues partiendo de este aforismo la obra que presentamos tiene como núcleo la voluntad de estimular la FORTALEZA del que aparentemente está VENCIDO.
Así esta recopilación escrita y revisada desde el año 2011, la componen 4 relatos y 400 aforismos.
En cuanto a los relatos:
Constituyen una forma literaria de reivindicar la capacidad de resistir y afrontar la vida de:
– los marginados o excluidos sociales
– la mujer en un momento de reconstrucción de su identidad
– Y de aquellas personas que padeciendo trastornos mentales, se sobreponen y sostienen la VIDA. Una vida, ciertamente alejada de la concepción nietzscheana, porque su pasar desapercibido exige someterse a los imperativos de una cultura tremendamente racionalista e instrumentalista, aunque quieran convencernos de lo contrario.
Así pues en el relato titulado “Lo etéreo” se plantean implícitamente cuestiones como: ¿Qué tipo de educación y de atención ofrece la familia a los niños y adolescentes? ¿Cómo deben los centros educativos abordar el trato personalizado de los alumnos? ¿Es el suicidio en adolescentes una cuestión a obviar? ¿Por qué se niega el suicidio como un problema social y se considera, únicamente, una locura personal?
En el segundo relato que aparece bajo el título “El hombre epidérmico” se nos invita a la reflexión sobre ¿Por qué hay personas que nacen con la exclusión tatuada en su alma? ¿No es la apariencia, lo que mostramos a los otros, un falso disfraz de nuestro auténtico yo? ¿Pueden las relaciones humanas fundamentarse en esta falsedad superficial? ¿Qué pasaría si nos mostráramos tal cual somos? ¿Caeríamos en la exclusión o marginación, por ser resistentes a los imperativos del sistema y la cultura?
Por su parte el tercer relato, “El arte de ocultar lo vaporoso” sugiere reflexiones como: ¿son las enfermedades no visibles una condena social para los que las padecen? ¿Cómo debemos luchar contra el estigma social de estos trastornos? ¿No debería el sistema sanitario desarrollar un tratamiento más personalizado y menos encorsetado en etiquetas diagnósticas? ¿No debería la sociedad permitir que cada persona aquejada por enfermedades mentales aporte a la comunidad aquello para lo que puede ser ciertamente capaz, e incluso brillante?
Por último, y en el cuarto relato “La reconstrucción de lo femenino” se aborda frontalmente ¿Qué significa ser mujer, hoy? ¿Es la maternidad y la paternidad una rémora para la autorrealización? ¿Debemos, como aventuró Lipovetsky, iniciar la búsqueda de la tercera mujer, para no cometer el error de acabar siendo hombres encerrados en cuerpos de mujeres, padeciendo la voracidad de un mundo competitivo que nos asfixia?
Por consiguiente, los relatos son una ficción literaria, que contienen una dosis de realismo que nos pone en la tesitura de repensar diferentes aspectos de la actualidad.
En cuanto a los Aforismos:
Aparecen organizados en dos bloques de 200 sentencias cada uno:
-Los escritos entre el año 2011-2015, presididos por la voluntad de, constatada la falta de sentido trascendente de la vida, rebuscar por los distintos resquicios, un sentido que aun siendo subjetivo nos permita VIVIR, y no solamente existir. Están por tanto inspirados por un cierto orden, una relativa organización de los aforismos según los diferentes aspectos de la condición humana que se abordan:
– De esta forma en el primer sub-apartado: Identidad/alteridad, soledad y existencia, aparecen por ejemplo aforismos cómo:
Nº 30“No hay olvido, solo transferencia del dolor”
Nº 32 “Los otros son siempre periféricos”
– Del segundo sub-bloque titulado Ética, moral y maldades, os muestro un par de aforismos:
Nº 101“El mundo ha dilatado tanto sus límites, que ya no es posible la inocencia”
Nº 109“Hay indigencias que son huelgas de vida indefinidas”
– Filosofía, lenguaje y literatura, título del último de este último sub- apartado, incluye aforismos como:
Nº177“No hay exceso en la indagación humana, es casi un imperativo natural. El exceso se halla siempre en el defecto o la falta, es decir, en la ignorancia»
Nº 193“Solo lo veraz puede ser arte”
Devienen, en síntesis, el rastreo de sentido ante el declive de un orden que ya se atisba.
-Los escritos entre los años 2016-2018, se circunscriben en la convicción de que habitamos en el infierno y el caos, y cómo es posible desde este averno, repensar la condición humana asumiendo, desde un nihilismo positivo, que NO HAY SENTIDO, y que solo erigiéndonos en sujetos que aceptan esta tragedia podemos buscar razones por las que vivir con la mayor plenitud posible. Como reza el aforismo nº 201 “El reconocimiento de lo horrible no nos lleva a la degeneración, sino al realismo que huye de la debilidad”.
Permitidme, para ir finalizando, que os lea la breve introducción a los aforismos que muestra esta voluntad de vivir, a pesar de la aceptación del sinsentido:
Quizás porque se nos quedó escaso el ámbito en el que desplegarnos, ansiamos derribar los límites para crear nuevos espacios vitales, pues intuimos que los hay; que debe haberlos. Y esta intuición no procede de la nada, sino de la humilde convicción de que no puedo haber agotado, desde mi finitud, todo el ámbito de lo posible, y de que, por tanto, queda más vida, más allá de la mía, que no he sabido vivir. Y ahora, que me parece sentir acabado lo que obviamente sigue su curso natural, rebusco, más allá de mí misma, ese pálpito vital que no he sabido ver ni captar, ese ámbito desconocido que mi incapacidad me ha negado.
En conclusión, la obra en su conjunto es un desafío existencial que pretende situar al lector en ese umbral, a partir del cual o nos debilitamos definitivamente ante la dificultad de vivir, o resistimos repensando la existencia, para vigorizarnos y fortalecernos. Un viaje de reflexión e introspección de ida, con retorno.
¡Hombre!… digo ¡Mujer! Ya nos dijo Vd. que su temporal retiro sería parcial. La larga exposición que acabo de leerle promete mucho.Ojalá el contenido responda a las expectativas.
Saludos cordiales
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No es fácil dejar las redes totalmente cuando tienes libros en promoción. Pero intento alejarme lo más posible. Supongo que en los meses de julioy agosto será más fácil. Grcias
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