Abandono

No hay comentarios

Disgregándose en la amorfa indiferencia, retallece vigorizado como nada, casi nadeando –como sugiriera Heidegger-, que como absurdo para el sentido común significa: restar finalmente disuelto en no-ser para los otros, o en otros términos , alguien sin ser por su invisibilidad. Solo el rescate de la huella de su incondicionalidad, la del que es abandonado porque no abandona, dará testimonio de su haber sido.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s