Deambulo parasitando por impotencia, como un caracol sin tentáculos que voltea arrostrando su densa concha. Y esta circunstancia no es azarosa, al contrario; reptamos, no tan solo yo sino muchos o todos, capeando una pandemia vírica y peculiar. Adosada a su invisibilidad, se añade la ignorancia zigzagueante sobre cómo se expande entre la población. Durante meses, las recomendaciones que hemos recibido han mostrado una variabilidad inconmensurable y esta cadena contradictoria de hipótesis ha agudizado una incertidumbre que nos zarandea de la miseria al pavor.
Transcurrido un tiempo eternizado, seguimos azotados por un enemigo que muta su fisonomía y se encarna en cada individuo que se acomoda a nuestro lado. Sigilosos, por pudor, nos evadimos de presencias ajenas desconocidas, y se va gestando en nuestro interior un tímido rechazo al otro que da lugar a un plegamiento de las relaciones sociales.
Aislados progresivamente en el núcleo familiar, la tristeza y el tedio de una forma de vida, que no deseamos, serpentea insidiosa en nuestro interior. Y aniquilados por la monotonía procuramos cultivar la paciencia de quien espera una eliminación de ese virus enigmático que ha puesto en jaque y en cuestión el tan loado desarrollo científico. Anhelábamos ingenuos la inmortalidad y desconocemos como combatir y derrotar un bichito microscópico que ha cambiado nuestras costumbres, hábitos, formas de intercambio, y nos ha tapado la boca cual bozal que reprime la verborrea inútil.
Creíamos que tendíamos a ser dioses y nos hemos convertido en el pasto carroñero de un microorganismo irrisorio.
Ni siquiera bichito es. No tiene cerebro, ni ultramicroscópico…
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El virus ha sacado a relucir nuestra desnudez, como en el cuento del emperador. Un abrazo, que sigas bien y mucha salud.
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Cierto, eso que nos afanamos en resguardar en la oscuridad…. Gracias Javier. Por cierto por qué lugar de la geografía te mueves????
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Buenas, Ana… Normalmente estoy en Madrid (y con las circunstancias, más aun). Como muchos, no soy de Madrid: soy gallego y he vivido muchos años en el País Vasco. Tú estás en Barcelona, ¿verdad? ¡Un fuerte abrazo!
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sí, soy de Madrid y estoy en Barcelona. Ya ves,…nadie está en su lugar, si es que hay lugar….disculpa no puedo evitar estas coletillas…deformación profesional. Gracias por leerme y ánimo que eres bueno..si alguna vez tienes algo para publicar, me refiero libro, sea de microrreelatos o relatos, o novela…si no tienes dónde publicar dímelo que conozco un par de editoriales y aunque tendrás que enviar el manuscrito ya hablaré con ellos…
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