DISOCIACIÓN CONTROVERTIDA -Relato 2019-

2 comentarios

La psique reverberaba, como un estruendoso zarpazo, en una dicotomía insoslayable que se perpetuaba en una disociación irreconciliable entre un par de yoes. La identidad de la mente se disolvía y restaba fulminada al sustanciarse en dos, sacudida por una contraposición entre el yo y el otro yo –tal vez deberíamos nominarlos yo y, por ser opuesto, no-yo-  que lidiaban por imponerse como el auténtico, veraz y único.

Dicha lid generaba un tormento insostenible, en su umbral infinito, de tal calibre, que la psique vomitaba neuronas casi degolladas como mecanismo defensivo para minimizar la tensión.

El yo y el no-yo no cejaban en su tozudo empeño de elevarse y aniquilarse, con tal de reducir la identidad mental a sí mismos. Pero  ¿acaso no era esa psique maltratada por una disociación sin retorno un falso self que no respondía ya, ni a lo propio ni a lo apropiado, porque oscurecía siendo el yo y alboreaba como el no-yo? Una bipolaridad rauda y demoledora que embotaba, nublaba la tímida claridad que podía haber experimentado la mente.

Esa disociación entre un aspecto fundamental y otro del sí mismo que aparecían alterativamente, según si la dialéctica devastadora concluía en un sentido u otro.

Hasta que la psique se apercibió de la fortuna que la anegaba, al constatar otros entes que, siendo el mismo, se mostraban no disociados sino múltiples, diversamente inmensurables. Y no por un ego disgustado consigo mismo que anhelaba una nítida síntesis coherente, sino que esa amalgama de apariencias respondía a la exigencia de lo externo, al imperativo de integrarse en un entorno desconcertante que compelía al ente a ser camaleónico y a ejercer un mimetismo que lo difuminara discretamente, silencioso y conformista.

Así, regodeándose en esa dádiva en la que había devenido su disociación, se aceptó dual, dicotómico, y festejó su bipolaridad dialéctica entre sus retoños: el yo y el no-yo, consciente de que disociarse consistía en querer ser uno mismo, aunque fuera parcialmente, y que diversificarse era la disgregación tendiente a la nada.

Plural: 2 comentarios en “DISOCIACIÓN CONTROVERTIDA -Relato 2019-”

  1. Creo que todos tenemos ese yo dual, que a veces no se ponen de acuerdo, supongo que muchas de nuestras equivocaciones es porque hemos elegido al yo equivocado…
    Y mejor ser uno mismo, con sus defectos y virtudes que no lo que quiera el entorno.
    Abrazos.

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