Recordando lo que no deberíamos olvidar
publicado anteriormente en el 2020
Ayer vi Joker. Me produjo un impacto sobrecogedor, en sintonía con la fuerza de la interpretación magistral de Phoenix y la tragedia en sí misma que la película exhibe, acaso para zarandear las certezas morales que legitiman nuestra existencia.
Cabe decir que, solo soy una aficionada al cine, no una experta, a la que siempre le han repelido los relatos de superhéroes. Curiosamente, el único que logró seducirme fue el increíble Hulk, ese monstruo verde que arrasaba vengativamente contra la injusticia y que yacía encalmado en el interior de un hombre bueno. Fantaseé, no pocas veces, con esa sublime explosión de la ira y la rabia ante aquellos que reiteradamente te vapulean, menosprecian y ningunean al creerse legítimamente superiores a ti.
En consecuencia, esta apuesta de Todd Phillips por excavar en los orígenes del malvado de Batman -aunque el director declare la ambigüedad respecto de si es o no…
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