Fracasar es parecido a morirse: te libera tanto como morirte, solo que te deja la conciencia necesaria para disfrutar de esa liviandad, de esa falta de necesidad que tienen los muertos. Y te da la posibilidad de estirar hasta lo indecible tus últimas palabras. (…)Quizá deba llevar la coherencia de la frase hasta su fin