Repudiamos lo que valoramos nefasto moralmente o lo que desconocemos. En el primer caso la repulsa, siempre interiozada culturalmente, se manifiesta como un asco hacia el gesto o la acción; en el segundo, la ignorancia -ignorada- nos puede llevar a una prepotencia ridícula y patética. Moraleja: reflexiona antes de enjuiciar, sea cual sea el objeto
Etiqueta: juicio moral
Sucumbimos ajados, a la seducción de los placeres fáciles e inmediatos para absorber precipitadamente oxígeno, y seguir viviendo en momentos agónicos. No hay humano que naciera con reservas extras de ese gas vital sin el que nos entregaríamos a la desidia, el decaimiento y a un posible proceso destructivo. Por ello, nadie puede ser juzgado
El escándalo no solo pone en tela de juicio a quien comete la acción reprobable, sino a quien se indigna por ello.