El gusto por “lo bello” es el regocijo de una sensibilidad indiscriminada que se reconoció degustando lo más ruin de lo dionisiaco. Huyamos de la estética como refinamiento, ya que quien gusta por su sensibilidad está expuesto a cualquier paladeo.
DISQUISICIONES DESDE EL ABISMO
El gusto por “lo bello” es el regocijo de una sensibilidad indiscriminada que se reconoció degustando lo más ruin de lo dionisiaco. Huyamos de la estética como refinamiento, ya que quien gusta por su sensibilidad está expuesto a cualquier paladeo.