por Las estrategias de dominación –que ya analizó en su día Max Weber- se han transformado en operaciones subrepticias que trascienden la conciencia del sujeto. Así, la progresiva atomización de la sociedad en grupúsculos que defienden intereses propios y la parcialización de la identidad individual, devienen mecanismos que evitan revueltas o rebeliones más globales y nucleares. De tal suerte que la sociedad civil esta diversificada, no porque haya un respecto democrático de la diferencia –pura falacia- sino porque a más pluralidad, más necesidades y sujetos de consumo que demandan –sin saberlo- nuevas respuestas al mercado que retroalimenta el sistema neocapitalista.
No descubro nada que no haya sido analizado antes por autores de reconocido prestigio, pero sí pretendo que aflore una conciencia nítida de que la identidad no puede ser un reducto cada vez más ínfimo porque se acaba disolviendo y nos condena a ser individuos sin capacidad de decisión, ni acción; solo meros clientes consumistas a los que se les crean necesidades y se le ofrecen respuestas con objetos que el mercado prevé para su engrosamiento.
FILOSOFIA DEL RECONOCIMIENTO 