Aguardamos instantes excepcionales y atípicos para que resurja la pasión, el entusiasmo, el frenesí, en un discreto intento de depositar el arrebato de vivir intensamente en lo que acontece. Pero, aun cuando lo externo nos reconforta con una apacible dotación benévola, es la forma en la que filtramos subjetivamente lo sucedido lo que concede un halo mágico, ínfimo tal vez, lo que nos arroja a sentir que compensa vivir, a pesar del lastre que cada uno vela en ese alter ego que todos albergamos en la oscuridad interior.
Motivaciones
Publicado por Ana de Lacalle
Escritora alacallefilosofiadelreconocimiento.com Ver todas las entradas de Ana de Lacalle