Respirar, por respirar

No hay comentarios

Desahuciados por la inanidad acomodada como una epidermis propia, respiramos por respirar, con una inercia vegetativa que nos mantiene aquí; casi como estoicos insensibles al acontecer: apáticos, indolentes, desidiosos. Así, per, permanecemos sin vivir, como un cántico a la ausencia que nos ampara. Quizás, resurjamos un día para perecer con la absoluta convicción de que estar, por estar, es un gesto pavoroso carente de porvenir.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s