España pasa por ser un país con una sanidad pública envidiable. Cierto que menos es nada, pero también que hace muchos años, al menos desde la crisis del 2008 que la sanidad en España ha ido en declive, ha reducido las prestaciones, las listas de espera son interminables y, si a esto le añadimos la pandemia, pues podríamos decir que se ha firmado su agonía definitiva.
En concreto soy testigo del desamparo sanitario que existe en Catalunya. Algunos pueden decir que estábamos muy bien acostumbrados; personalmente considero que lo que constituye un derecho básico no puede dejar de estar desatendido en un Estado Social de Derecho, como se autodefine el estado español en la Constitución. Si ese derecho estaba bien atendido o mejor atendido que en otros países podríamos aplicar el dicho popular de “mal de muchos, consuelo de tontos”. Que en EE. UU. las personas se mueran desatendidas en la puerta de un hospital dice muy poco de ese Estado -una de las primeras potencias mundiales- pero no justifica el declive y degradación que hemos sufrido en España, y en concreto en Catalunya.
Cada vez que el covid19 aumenta, los servicios sanitarios quedan blindados, las visitas presenciales los centros de salud primaria se bloquean, cierran el acceso al sistema informático -de absoluta vergüenza- y, en consecuencia, cualquier afección que se padezca queda postergada para tiempos mejores, o peores porque en muchos casos es ya muy tarde, e incluso hay serias dificultades para que con síntomas del virus de moda te hagan una prueba de antígenos o PCR, porque se quitan a la gente de encima diciéndoles que se tienen que confinar. En un momento, además, en el que toda la actividad económica funciona a pleno rendimiento, no hay limitaciones de aforo y nadie entiende por qué con datos similares a otros momentos no se toman medidas: o antes estaban injustificadas, o ahora hacen las autoridades sanitarias dejación de su responsabilidad.
Lo cierto es que los ciudadanos no entendemos NADA. Las contradicciones recurrentes en los mensajes y restricciones están provocando una desconfianza entre la población -una de las que tiene un porcentaje de vacunación más alto, alrededor del 85%- que tendrá sus consecuencias. Ya veremos quién se pone la tercera dosis, viendo lo que han durado las dos primeras.
Pero sí extraemos algunas conclusiones o sospechas:
- Están estimulando que los ciudadanos que pueden contraten mutuas privadas para descargar la sanidad pública.
- Las decisiones que se van tomando tienen, a menudo, una naturaleza más política que sanitaria.
- La campaña contra los no vacunados ante el aumento vertiginoso de contagios, y sumada a la aparición de la variante ÓMICRON identificada en personas completamente vacunadas, se ha mitigado en su agresividad hacia esos ciudadanos.
- La estrategia para que se vacune todo el mundo con vacunas de corta duración en su grado relativo de inmunidad está siendo vetar el paso al ocio a los no vacunados. El mensaje sutil es si no te vacunas, ves a trabajar, pero no salgas de tu casa para nada más.
- En algunos países de la UE se está planteando implantar la obligatoriedad de la vacuna, cuando no saben aún cómo afectará la nueva variante -que ya veremos si no es una cepa- que se convertirá -como ya ocurrió con la Delta y la Delta plus- en la mayoritaria. Parece ser que eso es lo único que están intuyendo al haber hallado restos del virus en las aguas residuales.
- Apelan continuamente al bien común, con un cinismo que no les sonroja, porque no creo que eso en Catalunya -el bien común me refiero- haya tenido la más mínima importancia desde que en el año 2010 la sentencia que tumbaba los cambios en el Estatuto de Autonomía, desatara la única prioridad clara y manifiesta de los gobiernos que han pasado por esta comunidad autónoma: la independencia y ahora agudizado con la defensa del catalán -porque no se han dado cuenta de que imponer algo es la manera más hábil para que , de facto, se rechace algo, y la lengua en ámbitos informales caiga en desuso-. En fin, hipocresía con alevosía porque el bien común, que es diverso y dispar, hace muchos años que, aquí, poco importa.
En resumen, y lamentando la exposición algo caótica de este texto que refleja la incomprensión por desinformación o información tendenciosamente filtrada, esta pandemia que aún se alargará mucho en el tiempo -hasta que se conciencien de que la globalización no solo es para sacar provecho de los países más pobres- está dejando secuelas serias en el ámbito político, sanitario, y personal que no será reversible al menos durante muchas generaciones. Y eso que si algo he aprendido, es que aún nos queda mucho por ver, padecer y quedarnos como mínimo atónitos.
Cuando hablamos de Sanidad, muchas veces se nos olvida que en realidad no hay UNA Sanidad, sino 17.
Y es importante el matiz, porque, por ejemplo, mientras en Cataluña pasa el COVID como se puede, en Madrid se construye un hospital de la noche a la mañana.
Luego vendrán los que digan que eso es un dispendio, una tontería y todo lo que tú quieras, pero el Zendal está ahí.
Mientras, en la República Independiente de San Sadurní de Noya, se ha aumentado el presupuesto para sus embajadas.
La crisis no es económica. La crisis es de valores.
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Sí, creo haber contextualizado la cuestión en Catalunya. De todas formas no creo que la crisis de valores no afecte a la comunidad de Madrid, y yo nací allí…..pero no me parece ejemplar para nada la política que se ha hecho….
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Je suis fatigué par ces questions qu’on traite toujours selon la méthode du jour le jour
La bataille stérile des oui et des non au traitement renvoie au prochain retour du mal qui e fait n’est jamais parti que le temps de se faire plus fort. C’est tristement lamentable d’égocentrisme
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Sí… Muy lamentable
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En cuanto a la Sanidad Pública pude haber alguna pequeña diferencia entre distintas comunidades autónomas, pero en general y en mi opinión la sanidad ha sufrido un gran deterioro, que ya arrastraba tiempo atrás, antes del Covid19, pero que este ha sobrepasado a los ya escasos recursos en que había quedado.
En definitiva, insisto es mi opinión, se están cargando la Sanidad Pública, solo hay que ver como proliferan come setas en invierno los consultorios y clínicas privadas.
Un saludo.
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Por si puede servir de referencia, aporto un estudio realizado por MERCO (Monitor de Reputación Sanitaria) en la que se establece un ranking de los hospitales, públicos y privados en España.
https://www.merco.info/es/monitor-reputacion-sanitaria-hospitales
Asimismo, de la misma web toda la información a qué es MERCO y los métodos usados para completar su estudio.
https://www.merco.info/es/que-es-merco
El mismo informe referente a 2021
https://www.20minutos.es/salud/ranking-mejores-hospitales-espana-2021-4710237/
Son datos. Cuando no hay datos, sólo son opiniones.
Un saludo.
Carlos
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