España pasa por ser un país con una sanidad pública envidiable. Cierto que menos es nada, pero también que hace muchos años, al menos desde la crisis del 2008 que la sanidad en España ha ido en declive, ha reducido las prestaciones, las listas de espera son interminables y, si a esto le añadimos la
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Imagen extraída de la web de la ONU Ayer fue el día Internacional para la erradicación de la pobreza. Esas fechas que la ONU establece, no siempre arbitrariamente, pero que en el caso de la que nos ocupa no tuvo ninguna repercusión ni eco, ni en los medios tradicionales de comunicación, ni en las redes
El silencio es el decir más oportuno, cuando o lo que se va proferir carece de interés o cuando lo que quisieras expandir, como una brocha salpicando con ahínco todo lo que a su paso se halla en blanco, no conviene ser dicho. Así que hoy, conteniendo mis pulsiones con una voluntad férrea, mantendré un
¿Qué es el Día de la Internacional de la Felicidad? ¡Es un día para ser feliz, naturalmente! Desde 2013, las Naciones Unidas han celebrado el Día Internacional de la Felicidad como reconocimiento del importante papel que desempeña la felicidad en la vida de las personas de todo el mundo. En 2015, las Naciones Unidas lanzaron
Juzgar la vida privada ajena demuestra o corta edad o un alto grado de inconsciencia o una superlativa hipocresía.
En cuestiones morales, lo normativo como medio coercitivo no es más que un canto a la hipocresía, ya que de su incumplimiento no se deriva más que un “sálvame Deluxe” para el ocio de los chismosos allegados, y sin allegar.
Amagando intenciones y destrezas aparecemos como “otros”, distintos e impostados, ante los demás. Deslizamos una figura ajustada a las expectativas ajenas, para embaucar y ser de los suyos. Así nuestra apariencia se sustenta en un yo que, en la retaguardia, constituye la defensa mortífera contra un mundo del que no cabe fiarse. Es un modo
La decencia es un juicio social –con connotación moral- que se hace del otro, induciéndolo al postureo falaz de “las aceitunas sin hueso”
La generosidad no cabe nombrarla, se despliega silenciosa como un aroma envolvente alrededor del otro. Al contrario, quien se jacta de ella parece querer arraparse como una sanguijuela, que aprovechando el equívoco dulzor del entorno, absorbe lo que es ajeno en lugar de desprenderse de lo propio.
Debemos asumir que el hombre es un ser fundamentalmente paradójico. No hay comprensión posible sin esta premisa. Esto podemos observarlo no sólo atendiendo al humano como especie, sino cotidianamente en cada uno de los individuos que nos rodean y, si nos miramos al espejo, en ese otro yo que nunca queremos reconocer. Sobre esta dualidad