Lo nuclear son los Otros; por ellos nos reconocemos a nosotros mismos, y en la diferencia, forjamos esa identidad fluctuante sujeta siempre a la renovación: en ese proceso de reconocimiento que nosotros hacemos de los Otros. Sin ellos no hay nutriente que nos satisfaga, que vacíe el mismo vacío. Y en esa unión y diferenciación nos comprometemos a hacer de la vida de los otros un transitar digno, justo y deseable. Unos con los otros, una reciprocidad sin la cual no somos nada, tan solo ese hueco abisal azabache.
Amén…
¿ Y qué hacer con mis otros Yo? Mejor dejarlos en paz sino podrían sublevarse, bastante mal causan al tratar de apropiarse de este blog y de los otros….besos al vacío desde el vacío
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Me encanta!!!!!!
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