Es irrelevante cómo transitamos en la perenne búsqueda del sentido. Qué devaneos, estrategias o pericias perpetramos en la ansiada delimitación de nuestro por qué y para qué. Lo sustancioso es en qué consiste esa acotación: si en el desvelamiento de lo que hay, o en la generación de lo que no hay. Ahí reside la