El alma se va des-almando a base de zarpazos a traición que la disuelven, la disgregan como partículas insignificantes que ya no constituyen nada. En el éter ondean sin sentido ¿Cómo puede tenerlo aquello que no es? Y la remembranza de Mainländer y su Dios suicida aletea incisivamente en mi mente. Quizás, somos simplemente los