Etiqueta: Dios

Nietzsche y «los hijos de Dios» -publicada en 2017-

Según Nietzsche, sentirte “hijo de Dios” no deja más alternativa que vivir como Jesús enseñó a vivir, el cual no hizo sino eso: mostrar la forma de vida de los hijos de Dios. Estas palabras tienen una implicación en el pensamiento nietzscheano, porque muestran que ser cristiano es una apuesta definitiva por una lucha coherente

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Matar al «padre»: Stendhal, Nietzsche, Maillard

“¿Acaso yo mismo estoy un poco envidioso de Stendhal? Me quitó el mejor chiste ateísta, un chiste que precisamente yo habría podido hacer: «La única disculpa de Dios es que no existe…». Yo mismo he dicho en otro lugar: ¿Cuál ha sido hasta ahora la máxima objeción contra la existencia? Dios…” Nietzsche. Ecce Homo. Alianza

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¿Hay alguien más? -sobre «Dios»-

Me sorprende y a la vez me intriga que haya intelectuales que desarrollen discursos inacabables sobre “Dios”. En particular filósofos que considero de enjundia y cuyas reflexiones en otros aferes son admirables, al margen de que se pueda o no disentir en algunos aspectos. El caso es que siempre me he preguntado ¿de qué hablan?

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La hecatombe: dios o el humano

La certeza se filtró por los poros de la impotencia, tal como un fluido se expande libremente sin posibilidad de encapsularlo en un perímetro de seguridad. Así, sin apercibirnos de la inconsistencia de las afirmaciones proferidas, creíamos avanzar en busca de un horizonte rigurosamente perfilado. Ufanos, engreídos, boceábamos verdades por doquier que ratificaban nuestra condición

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¿Para qué creer en los Magos?

En algún recodo de nuestra mente, todos desearíamos que los Reyes Magos fueran reales. Que anualmente compensaran el esfuerzo y la generosidad, la bondad de aquellos que no viven  centrifugados en su ego, sin importar la renta familiar, ya que no todo lo que podríamos pedir sería de índole material. Que fueran esa fugaz luz

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Defunción o salvajismo de Dios

No es mérito alguno preguntarse por la historia que aún nos queda por escribir y augurar un estrecho margen por el que parece que pueden derivar, principalmente, los acontecimientos. Como ya advirtió Yeats[1]:             “(…) después de nuestros versos             Después de todo nuestro tenue color             Y nuestro ritmo nervioso…             ¿Qué más es

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