“(…) nuestro narcisismo en sí no es más que la conciencia de que nuestro componente subjetivo es nuestro punto de empalme objetivo. Por consiguiente, de toda metafísica que pretenda hacer coincidir el ”Ser” con “Dios” como principio de valor absoluto, puede decirse que no solo está condicionada narcisistamente en su manera de pensar, sino que