Allá donde no cabe la compasión, porque no hay perdón posible, asoma sibilina la culpa del desprecio. Como si en algún recóndito lugar yaciera toda la pena, a borbotones resguardada, la que debería pertenecer al despreciado que nunca sintió, y la que hierve en quien cree no encontrar lugar, hoy, para el perdón.
GRAN VERSO
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Gracias !!
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