Vamos serpenteando para esquivar lo nocivo y dar con los remansos de vida que quedan, esos en los que la piel se nos eriza de emoción ante un rostro, una expresión o un gesto; y la sensibilidad -no anestesiada- distingue lo genuino, esos restos de autenticidad que quedan en algunas personas. Porque tras una existencia en la que se nos ha ido puliendo como a una talla, casi cosificándonos en serie, resta una mínima expresión de lo que podríamos ser: humanos, profundamente humanos. O sea, seres sensibles, racionales, deseantes y susceptibles de ser conmovidos por los otros, que tras recibir esa eléctrica descarga emotiva y auténtica, nada ajena, actuamos, pisoteamos el fango para evitar que otros se hundan en él.

C’est le contenant qui subit sans arrêt des changements avec une majorité du contenu qui s’y moule.
Puis reste des incorruptibles, dont nous sommes Ana, qui s’émerveillent de voir leurs seins descendre et leurs reins s’amollir sans que ça n’affecte la moelle. Au contraire un sein qui n’est plus de marbre et un appendice qui saute pas sans qu’on choisisse, qu’est-ce que ça peut avoir de beauté pure. ..
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Je pense qu’aucun d’entre nous n’est incorruptible. Nous avons un pire moment parce que nous sommes plus conscients, mais il n’y a pas grand-chose à faire, sauf avec ceux qui sont à côté de vous… merci d’avoir lu
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¿humanos? Solo restan seres digitales tras un ordenador, un móvil ( como dicen en la madre patria), el reino de San Narciso….la humanidad como tal se va extinguiendo y al parecer no hay quien lloré por ella, ni modos….Mi otro Yo entre el sarcasmo y el humor negro…sorry
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