Las promesas tienden a perder su cariz sagrado en sociedades como la nuestra donde nada es intocable, ni incuestionable. Es más diría que intentar rubricar una pacto como promesa no tiene hoy prácticamente credibilidad ni valor. Las garantías del cumplimiento de la palabra exigen otro tipo de condiciones. Sin embargo me temo que no haya
Autor: Ana de Lacalle
No hay confusión, detecto la determinación de cada cosa. Es estupor, tiznado de espasmos súbitos en los que la mente desdibuja y recupera ideas que no pueden venir de mí –como dijo el padre Descartes- Si no surgen de mí, ¿será que vienen de fuera estimuladas por ráfagas eléctricas de un mundo objetivo? Entonces, mi
Desde la perspectiva de las filosofías fragmentarias, como aquí las hemos denominado, merece especial atención la Filosofía de la proximidad desarrollada por J.M.Esquirol.[1] Según afirma, la resistencia íntima es una experiencia, opuesta a la monocromía ubicua del mundo tecnificado, donde el gesto y la cotidianidad son los que sostienen al individuo en su particularidad e
“En la espera se manifiesta, se revela, la esencia del tiempo. ¡Qué superioridad la de haber dejado de esperar!”[1] El tiempo es un discurrir de sucesos que la espera, desde el momento que dignifica uno de ellos lo transforma en acontecimiento. Así, Cioran implícitamente sugiere que quien espera, vive en vistas a ese acontecer que
Revisión de un texto publicado en 2016. Hoy es un día vulgar. Unos regresan al trabajo tras el período vacacional. Otros se encuentran en la sala de un hospital con los nervios al borde de su paroxismo, la enervación. Algunos decaen monótonamente para no romper la costumbre, porque sospechan el amargo sabor del porvenir, que
Enredados en aguas indómitas y salvajes sienten, mientras luchan, el presagio de que allí donde navegan tampoco habrá lugar, sino mares bravos y desatados que domeñar. Aun así, huyen de tierras áridas y de fuego perdiendo su espacio natal. Vientos voceando ecos, gentes desarropadas por el mar y un frío húmedo calado hasta el tuétano
Después de años de devaneos, forzando las sinapsis neuronales en direcciones inusitadas, puede resultar decepcionante llegar a la conclusión de que las concepciones que acuñamos del hombre, el mundo y la existencia, resultan en última instancia de una intuición emotiva que nos impele al reconocimiento de una cosmovisión y no otra. La dialéctica que ampara
Últimamente me ha sorprendido que ante los acontecimientos de desgarro colectivo, es decir tragedias en las que por una causa u otra muere un número elevado de personas y otras tantas resultan heridas –atentados terroristas, terremotos, ataques aislados de franco-tiradores que disparan al azar, incendios,…- las reacciones de masas han variado. De forma inmediata se
La beligerancia en la interpelación del otro está motivada, en ocasiones, por la falta de afectación que percibimos, en ese otro-ajeno, a las críticas continuadas- Su impostación, la de un yo habitando una especie de nirvana, parece mostrar una vida por encima del bien y del mal. Esa actitud conlleva una falacia en la que