“(…) Pero incluso los pensamientos, por muy etéreos que parezcan, requieren un punto de apoyo, pues de lo contrario giran y giran en torno a sí mismos, en un torbellino sin sentido; tampoco ellos soportan la nada (…)” Stefan Zweig, Novela de ajedrez, Ed. Acantilado, Barcelona 2001 Fue Parménides quien constató de forma explícita que
Etiqueta: implosión
Quien no cabe en sí mismo, explota; frente a la mayoría que podríamos implosionar.
El avaro rebosante de codicia y ambición se arriesga a una implosión sórdida, cuyos restos roñosos solo puedan ser incinerados. Hay quien revienta y sigue ajeno a su desintegradura, mientras los otros ojean las voladuras esparcidas. Será porque quien codicia tanto se anuló a sí mismo, absorbiéndose.