No hubo llanto en tu plácida huida del útero, sino la calma anómala de quien se siente plena y apacible. Toda tú blanca como un peluche reluciente y susceptible de ser besuqueado hasta la saciedad. Llegaste sosegada a un mundo que nadie, si pudiera desear, desearía al nacer. Una primera infancia en la que tu
Etiqueta: Nacer
Has sido rauda acudiendo a la cita con tus padres y tu hermana. Sea, tal vez, este un rasgo que tímidamente asoma de lo que será tu personalidad. Vienes a un mundo difícil y complejo —¡aunque cuándo no lo ha sido! —, pero tienes una gran familia coral que te aguardaba con ilusión y que
IMAGE: Guardardeviantart.comBaby Z by hydr0choerus on DeviantArt Nadie dijo que fuera fácil ser concebido, tal vez sí flotar nutrido y sin esfuerzo en el útero materno hasta que el destino nos expulse por ese canal estrecho al que debemos amoldarnos, para nacer; nacer y recibir un azote para arrancar a respirar; tras lo cual y
Seguimos respirando, evitando los jadeos, mientras esperamos pacientes que todo llegue a término. Es la tregua concedida a la existencia para que se legitime: que aflore el sentido velado de poseer autoconsciencia sin atisbar ni propósito, ni fin; como si pudiera uno sostenerse por inercia, cuando la noción del sí mismo exige sediento un relato
Los seres humanos tenemos el gran privilegio de optar por existir o vivir. En cualquier caso somos responsables de nuestra elección, una vez nos han nacido –como afirmaba Cioran-
Venimos a existir sin nada, necesitados de mucho para poder vivir.
Nacer no es propiamente una acción. Es la resultante de un proceso de expulsión que se desencadena en el útero materno, para resolver una situación naturalmente insostenible. Un cuerpo no puede por más tiempo dar cobijo vegetativo a otro que ha aumentado sus dimensiones. Aquí aprehendemos más nítidamente ese postulado sartriano que reza: el hombre