La primavera se ha impuesto en Barcelona, aún hay algo que se impone por sí mismo sin que nadie lo decida; florecen colores diversos combinados con un gusto estético que brota de la espontaneidad de la vida, por sí sola, sin intrigas. Insisto, es conveniente disfrutar de lo que acontece sin la mano (in)visible del
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Los humanos nos habitamos el mundo; siendo el agente de un destrozo sin vuelta atrás de la naturaleza, hemos provocado tal metamorfosis que no hallamos ni lugar para nosotros mismos. La naturaleza era, el mundo es nuestra apropiación de ella. La forma en que hemos pretendido hacerla más adaptable para nosotros, sin tener conciencia hasta
El humano es un ser extraño para sí mismo. Habiendo adquirido la conciencia de existir, de estar como cuerpo en un mundo determinado, no reconoce el sentido, el porqué, ni el para qué de una existencia que se desliza a trompicones, con baches y gestos para lidiar con los más perniciosos. Posee la capacidad de
No hay existencia sin dolor, a pesar de esto, esperamos que haya vida, es decir una existencia que el sujeto conciba en algún grado plena. La dificultad de lidiar con este dolor, inherente al existir, ha sido objeto de reflexión de una diversidad de filósofos a lo largo de la historia. Curiosamente, hay en casi
“Este artículo busca poner en tela de juicio el concepto de “Naturaleza” que se ha heredado desde la Europa moderna y sigue presente hasta nuestros tiempos. Y en ello se ve que dicho concepto está incardinado “en” el concepto del “Yo”. Es el yo el que funda la “Naturaleza”, como también lo hace con otros
El llanto desconsolado es, en general, una expresión de profunda tristeza. La cultura ha contribuido a su inhibición como si fuera una muestra de descontrol emocional y turbación del individuo inadmisible. Por el contrario, sabemos que la necesidad de llorar es un mecanismo que descarga la pena y hace su peso más liviano. Por ello,
Disponemos de un ápice, apenas, del vivir, ensombrecidos por la introyección de un paradigma inmensurable. No somos el despojo de lo idealizado, ni su encarnación, sino el humano tránsito de una naturaleza controvertida.
Vinimos a la existencia por azar, ya que una cópula algo más tardía hubiera dado al traste con nuestra peculiaridad genética. Somos, en consecuencia, contingentes, aunque lleguemos a convertirnos en seres necesarios para algún otro humano. Y esta naturaleza prescindible es aún más ilustrativa ante el advenimiento de la muerte. Aquello que obtiene existencia por
La tentación de disponer de cuanto deseamos nos desdobla inexorablemente en lo que aparentamos y lo que ocultamos.
Sospecho que hay colectivos cuya presión pretende hacer de la excepción la norma. Que se exija respeto y no discriminación para los transexuales, gay y grupos similares que desconozco, no implica que la realidad de este colectivo deba imponerse como lo habitual y mayoritario porque a mi entender desvirtúa los hechos. Hay humanos que se





